sábado, 4 de julio de 2009

La llamada inesperada

Estaba muy contenta, hace mucho que no hablábamos por teléfono.
Marque los números de tu celualr con manos temblorosas, sentía tanta alegría que no podía contener ese extraño temblor que atacaba a todo mi cuerpo.
Después de un par de timbrazos tu voz alegraba mis oidos mostrándome que tú eras al único que yo podía amar.

Un par de bromas, un poco de enterarnos que era de la vida del otro y entonces vino lo que me mato:

- El viernes viajo a Hawai.
- ¿Por qué?
- Es que voy a visitar a Noelía.
Unos segundos pasaron en silencio mientras reunía el valor para hablar con naturalidad.
-¿Aún la amas?
-Siempre la amaré.
Otros segundos que no pude evitar quedarme muda mientras intentaba cubrir en vano mi corazón con la coraza que solo tú sabías sacar de mi corazón.
-Dile lo que sientes, no dejes pasar más tiempo.
-Lo voy a hacer en grande
-Que bonito, invitas a la boda jaja
(...)
Lo demás de la conversación no recuerdo, creo que mi cerebro esta usando el olvido para salvarme, aunque incluso sin saber que más hablamos sentí que moría, pero intenté no demostrarlo. Creo que hice un par de bromas, reí y mientras lo hacía las lágrimas segaban mis ojos, en silencio mi dolor se mostraba...agradecí que estubieramos hablando por teléfono -mi ego no permitiría que vieras cuanto me dolía tu inexistente amor- ... terminamos de hablar , corté y allí pude llorar... lloré como no lo había hecho en meses, fumé un par de cigarrillos y salí a la Avenida a caminar, tomar un café y aproveché en el camino para deshacerme del celular... ¿qué más podía hacer?

1 comentario:

Favio dijo...

este si me tocó el corazón...

me veo repetido una y mil veces, deseando felicidad ajena, a pesar de que eso signifique mi sufrimiento..




no dejes de escribir opr favor, he notado mucho talento aquí
:)