martes, 27 de octubre de 2009

Carta a Mamá


Querida mamá te escribo por que creo que no tengo el valor de decirte todo lo que diré a continuación y que, de seguro, olvidaré como decirlo cuando te vea a los ojos (es que siempre que me miras me pierdo un poco en el color ).

En primer lugar te quiero agradecer mamá por ser tan bella y haberme heredado aunque sea un poquito de esa belleza, tanto física como espiritual.
Gracias por heredarme un poco de tu locura, gracias por haberme heredado el amor obsesivo por la lectura, ese sin duda será el vicio que me acompañará hasta el final de mis días.
Gracias por haberme enseñado a amar sin importar la raza ni el color, sólo a buscar el valor de corazón en cada persona.
Gracias por haberme heredado esas ganas tan inmensas de pelear por los débiles, de defender a todos y defenderme a mí misma.
Gracias por apoyarme en cada decisión, incluso en las que estuvieron en contra de tus planes.
Gracias por haberme heredado ese carácter tuyo, cosa que es un poco peligrosa, por que cuando tú estas enojada si que eres peligrosa.

Gracias por la sonrisa tan dulce que me das cuando estas contenta y también gracias por el par de bofetadas que me diste cuando me desviaba; creo que eso me salvo de perderme en lo terrible.
Gracias por darme una hermana tan loca, dulce, amorosa y buena como tú y por haberme enseñado a amarla con el ejemplo de amor entre tú y tus hermanos.
Gracias mamá por las caricias en la cabeza que me hacían dormir y, pese a mis 19 años, aún consiguen el mismo efecto.
Gracias por la infancia tan bella que me diste, pese a la antipatía de mis compañeros, tú fuiste mi mejor amiga, mi compañera de juegos, una niña más, o como tú dirías, una niña criando otra.
Gracias por las escapadas a comer salchipapa a las 10 pm por la Plaza de Armas.
Gracias por haberme contado de tus romances juveniles cuando yo te contaba de los míos, eso me hacía sentir tan cerquita de ti.
Gracias por los regalos de navidad, y por las incontables ropas de Barbies que me compraste en alacita y gracias por haberme acompañado a jugar con esas ropas de Barbies y con mis Barbies.
Gracias por darme ánimos haciendo tus fiestitas de comida o por las rondas de torta en la cuales Margaret siempre quedaba al borde de la indigestión.
Gracias por la sinceridad, por la amistad que me has ofrecido y que me ha dado el valor para conversar contigo de todo, incluso de mis citas.
Gracias por las caricias en el rostro, son el placer más grande, incluso mejor que dormir o comer.
Gracias por el pastel de papa con trozos de carne, ese experimento tuyo, sin duda alguna, es inolvidable.

Sin duda estoy olvidando millones de millones de cosas bellas, pero sé que entiendes que me pasaría la vida intentando decirte cuanto has hecho por mi, pero lo que quiero expresar en esta carta mal hecha es que te amo, que tú eres mi mundo, eres mi fuerza, eres mi risa, mi alegría, mi llanto... eres todo , mi todo mamá.

Mamá eres mi regalito de Dios.
Gracias por existir.

sábado, 10 de octubre de 2009

Pepito le dice a su mamá a la hora de la comida:
- Mamá, mamá, tírame sopa en mi plato.
- No se dice tírame se dice sírveme, dice la mamá.
- Mamá, mamá tírame milanesa.
A lo que la mamá contesta:
- No se dice tírame, se dice sírveme.
Al poco rato dice Pepito:
- Mamá, mamá, tírame arroz.
A lo que la mamá le contesta lo mismo.
En la tarde llega Pepito alarmado y le dice a su mamá:
- Mamá, mamá, ¡Mi hermanito se sirvió por la ventana!

Llega un plomero a un convento a realizar un trabajo de fontanería, se entera éste de que la madre superiora tiene un perico. El fontanero muy aficionado a los pericos le pregunta a la madre superiora que si el perico sabe pronunciar alguna frase.

- Por supuesto que éste perico habla perfectamente, comenta la monja.

- Oiga, ¿Y qué es lo que dice?

- Mire, todo depende de la pata que le levante al perico, inténtelo...

El fontanero le levanta la patita izquierda y el perico inicia "El Padre Nuestro"

Sorprendido pregunta a la madre qué es lo que hace si se le levanta la pata derecha.

La madre contesta que reza "El Ave María".

¡No puede ser! Exclama el fontanero.

- Oiga, ¿Y si le levanta las dos?

A lo que el perico contesta:

¡Pues idiota, me caigo!
- Mi amor, éramos tan felices hace 15 años.
- Pero mi amor, hace 15 años no nos conocíamos.
- ...Por eso mi amor, por eso.

Sabiduría masculina jaja "sonsos"


Una pareja de esposos discutía airadamente en la calle:
¡Te voy a demostrar que no vales nada!
El señor hace señas a un taxista que se detiene frente a ellos.
¿Cuánto me cobra hasta el aeropuerto?
Hasta allá, son $70.00
¿Y con mi mujer?
¡Lo mismo!
El hombre viendo a la mujer, cínicamente le dice:
Ya ves, no vales nada.