Llega un plomero a un convento a realizar un trabajo de fontanería, se entera éste de que la madre superiora tiene un perico. El fontanero muy aficionado a los pericos le pregunta a la madre superiora que si el perico sabe pronunciar alguna frase.
- Por supuesto que éste perico habla perfectamente, comenta la monja.
- Oiga, ¿Y qué es lo que dice?
- Mire, todo depende de la pata que le levante al perico, inténtelo...
El fontanero le levanta la patita izquierda y el perico inicia "El Padre Nuestro"
Sorprendido pregunta a la madre qué es lo que hace si se le levanta la pata derecha.
La madre contesta que reza "El Ave María".
¡No puede ser! Exclama el fontanero.
- Oiga, ¿Y si le levanta las dos?
A lo que el perico contesta:
¡Pues idiota, me caigo!
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