domingo, 12 de septiembre de 2010

Te arrancaron de mí, mi pequeño angelito.

No te esperaba, ni te buscaba, pero llegaste e iluminaste mi vida
y fue mi mundo luz y tempestad.

Yo era feliz, y sabía, que tú mi niño también lo eras.

Allí pequeño creciendo en mis entrañas,
en lo más recóndito de mi interior,
alimentando mis ensueños,
siendo de ambos, de nuestro amor.

Y entonces otra vez el mundo nos mostró su rostro monstruoso...
Una noche, un dolor y oscuridad.

Y pasaban las horas, y pasaban los días
y, simplemente ya no estabas más, nunca más.



4 comentarios:

Alexandra dijo...

Que triste :(

AsfixiadeMujer dijo...

La mujer que me acompaña en el frio de la tarde y con sus pasos en la soledad de la noche, sonríe y me abraza muy fuerte cuando le cuento sobre la muchacho que amo, ella sabe que yo sé, que no todo depende únicamente de mi o de esa conspiración divina que el cielo devela para nosotros....
Esa mujer que me sirvió y servirá de apoyo y confidente hoy esta feliz...porque hace años nació... y siempre volverá a nacer para mí.
TE QUIERO TANITA MIA... Y SIEMPRE ESTARE A LADO TUYO COMO ESCUDO Y COMO PAÑUELO.

TU amigocha chocolatosa!

Unknown dijo...

...eso se llama aborto? mmm?

Tania... dijo...

ACLARACIÓN DE ESTA HUMILDE AUTORA:

Este verso es puramente ficticio... no me den el pésame XD