viernes, 18 de marzo de 2011

Habían pasado diez años desde la última vez que se habían visto. Sin embargo aquel encuentro fue más que impactante.
Sus labios se inmutaron, sus pasos se detuvieron y sus ojos gritaron mil "te quiero", pero sus bocas acaso y pronunciaron un tímido "hola, como estás, cuanto tiempo..."
Cuando se acercaron el uno al otro albergando esperanza a un "quizá" o un "aún", el tiempo que se quedaron mudos, uno frente al otro, dijo más de lo que ellos dijeron en todas sus vidas, en toda su historia.
Pero la vida continuaba y tras excusarse de falta de tiempo, ambos siguieron sus vidas solitarias, otra vez, en la urbe... en aquella jungla de cemento, una vez más, vacía para ellos.

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