Seamos sinceras: vivimos enamoradas de la idea de estar enamoradas.
Para las mujeres - a diferencia de los hombres- el amor es uno de los temas más importantes en nuestras vidas -obviamente no el único pues al respecto somos muy complejas- y nos pasamos soñando como debe ser nuestro hombre perfecto dándole atributos de seres que admiremos como padres, amigos, cantantes, actores y mucho más y es talvés por eso que nos equivocamos tanto al elegir pareja.
Cada vez que comenzamos a salir con algún tonto que nos dislumbra por una pequeña gracia que aparenta que es un hombre inteligente, con personalidad lo imaginamos como nuestro "hombre perfecto" sobre todo cuando descubrimos una que otra similitud con nuestro amor sin rostro y decidimos creer que realmente ahora sí, Éste es el indicado y lo creemos - o queremos creer con tanta fuerza como tenga nuestra terquedad- que cuando llegan los defectos como tardanzas , mal humor , fechas olvidadas decidimos creer que son sólo cosas sin importancia que no dañaran la relación.
ASí pasamos aguantando cada craso error que nos hacen, hasta que un día nos cansamos de él -y ese paso suele apresurarse cuando hay otro pretendiente rondando- y por fin aceptamos la realidad -por un momento- y aceptamos que estamos equivoicadas que talvés nos odiara por haberlo dejado y así esa tonta historia se repetirá hasta el fin de los tiempos .
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