sábado, 13 de abril de 2013

Las palabras cesaron entre ambos.
De pronto una inmensa soledad la envolvió.
Las palabras de él la habían destrozado. Aquella frase "me iré del país" la había dejado muda en su asiento mientras el café se enfriaba.
No sabía que contestar.
- Sabes que te amo, pero tengo que progresar y estar aquí me impide hacerlo.
No pudo evitarlo. Las lágrimas brotaron de sus ojos. Había renunciado a tanto por él y ahora él se iba.
Se sentía destruida, como si un yunque hubiera caído sobre su cabeza.
- No me dejes. Sabes que te amo... No podré seguir sin ti.
- Tengo que hacerlo
- Encontraste a alguien más.
El silencio de él dijo más que toda esa conversación absurda.
No había más que agregar, ni que escuchar.
Cogió su bolso y se fue con un dolor calcinante en todo su ser.
...Adiós amor mío.
¿Mío?  
  

No hay comentarios: