martes, 20 de mayo de 2008

DEJA


Deja que beba de tus labios rojos como sangre

las más dulces esperanzas

las más triztes ilusiones

de mi tonta añoranza.



Deja que de tu boca dulce como miel

beba el pérfido veneno

que me matay me da vida.



Deja que en tus brazos entierre mis miedos,

ellos, al sentir tu cuerpo tibio

huiran como pequeñas golodrinas.



Deja que mis manos se unan a las tuyas

por tan sólo un momento

por tan sólo instante

que para mi no será solo un instante

sino una eternidad

pues tener tus manos en las mías es tan bello

que el tiempo desaparece.



Deja que en un abrazo me una a ti

que mi alma al sentirte cerca entiende por que existe

por que ama, por que vive y por que con un simple adiós la matas.




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